Rejuvenecimiento (Lifting)

Estiramiento facial, ritidoplastia o lifting son los diferentes nombres que recibe la intervención para el tratamiento de los estigmas del tiempo en el rostro. Su significado explica en qué consiste: estirar la piel, tratar las arrugas (Ritidos) y elevar las estructuras que han caído (Lifting).

La ritidoplastia necesita toda la sofisticación y todos los cuidados de la cirugía plástica, sobre todo exige minuciosidad y atención extrema a los mínimos detalles.

Para obtener un óptimo resultado la técnica quirúrgica no es suficiente. Es necesario que se alíe a la sensibilidad del cirujano para que juntas ofrezcan el mayor grado de satisfacción al paciente.

Para facilitar la comprensión del estiramiento facial, y siguiendo el proverbio: una imagen vale por mil palabras, imaginemos un papel de estraza que arrugamos y en el que hacemos que predominen pliegues en líneas paralelas, algo así como una acordeón. Lo pegamos con cola por la parte inferior en contacto con una tabla. Una vez seco, al intentar estirarlo notaremos la imposibilidad y el peligro de que el papel se rompa. Ahora despegue el papel parcialmente, estire, y verá como el papel se alisa.

Sólo existe un pequeño detalle, la piel es elástica. No basta estirarla para eliminar las arrugas. Se necesita que lo que está por debajo, grasa, músculos, etc. mantenga la forma, y para eso es necesario tensar una estructura muy fina, algo así como una malla, la cual se denomina SMAS (sistema músculo aponeurótico superficial).

Otra característica de importancia es que la piel se despega y levanta acompañada de una capa de grasa por la que van los vasos que alimentan el colgajo. Esta delicada circulación se ve comprometida en el caso de fumadores, diabetes, arteriosclerosis, etc. lo que obliga a tener una serie de precauciones especiales y limitaciones en este tipo de pacientes.

Complicaciones

El paso del tiempo es inexorable, es así como la piel va transformándose y pierde elasticidad, humedad, se agrieta, se arruga y finalmente cuelga. Y es en el rostro dónde la mayoría de las mujeres sienten la vejez, pues dar la cara con la piel del rostro descolgada no es lo mismo. Nadie podrá cambiar el proceso de envejecimiento pero sí reposicionar adecuadamente las estructuras faciales con la cirugía plástica. La palabra “Lifting” en inglés significa “levantar” que no es lo mismo que estirar, en este caso reposicionar la anatomía del rostro a través de la técnica quirúrgica permitirá actuar en amplias zonas mediante incisiones de longitud mínima, dejando cicatrices residuales, tanto en su extensión como en su localización haciendo que resulten totalmente inaparentes. Lo cierto es que cada paciente necesita un tratamiento individualizado y el objetivo es obtener un resultado natural, sin embargo su alta solicitud en los últimos 10 años ha dejado ver además de sus beneficios también sus complicaciones. Cuanto más agresivo y más extenso es el Lifting mayor es la posibilidad de que aparezcan complicaciones severas durante o después de la operación. Una exhaustiva y completa evaluación preoperatoria es la principal condición para minimizar las posibilidades de complicaciones postoperatorias y sobre todo considerar una evaluación integral comenzando por investigar el estado psicológico y expectativas del paciente en el resultado de la operación; las características de la piel y los cambios en el peso y los generados por el envejecimiento serán fundamentales. El cirujano plástico tratante deberé tener en cuenta además las características de la forma y tamaño de los huesos de la cara, de las cicatrices; comprobar si el paciente padece de enfermedades hemorrágicas, cardíacas, pulmonares, diabetes, hipertensión o tabaquismo crónico. También debe explicar a sus pacientes la duración de los resultados, las limitaciones de la cirugía y las posibles complicaciones postoperatorias, y como señal de comprensión y entendimiento de lo explicado, el paciente deberá firmar un consentimiento.

Las infecciones postoperatorias aparecen en menos del 1% de los casos. Infecciones menores y localizadas alrededor de las múltiples suturas de las heridas, a veces aparecen; pero no revisten gravedad estética ni funcional y se curan elimnando el punto afectado, evacuando la secreción, haciendo curas repetidas y usando antibioticos. Las heridas que más se infectan son las de la región posterior a la oreja y la ubicada en la raíz de cabello. La aparición de infecciones, luego de varios meses, son raras; y cuando se presentan se les relaciona con cuerpos extraños, como la reacción a los hilos de sutura.

Los hematomas pequeños, de entre 2 a 10 cc de sangre, con poca extensión son comúnes y sin alteraciones estéticas ni funcionales. Se reabsorben en pocos días y no dejan secuela. Un pequeño hematoma puede detectarse, luego que el edema desaparece, a los 4 ó 5 días; y es cuando se puede percibir un amoratamiento, algún área endurecida e irregularidades de la piel. En algunos casos el drenaje del hematoma, mediante la apertura de la piel con un bisturí, es muy útil. En el caso de hematomas ubicados cerca de la línea de sutura, la remoción de algunos puntos de sutura permite la evacuación a través de la herida. Después de 15 a 20 días el hematoma puede sufrir una transformación llamada fibrosis subcutánea, que surge con un abultamiento debajo de la piel que involucra área vecinas a la cicatriz, generando deformaciones estéticas mínimas, pero preocupantes. En algunos casos, este tipo de retracción se soluciona espontáneamente con el paso del tiempo por la relajación del tejido fibroso. La inyección intralesional de esteroides puede ayudar a minimizar esta deformidad. También, masajes con cremas o pomodas con esteroides actúan, aunque levemente, sobre la cicatriz. El ultrasonido es una excelente medida terapéutica para reducir la fibrosis y disminuir la tensión de los tejidos.

El edema después de un lifting normalmente persiste visible los primeros 7 días. Cuando esta hinchazón severa se mantiene por más días, debe ser considerada una complicación, sobretodo si afecta no sólo el área de la operación, sino además el párpado inferior, labio superior y nariz. Se debe descartar la existencia de hematomas profundos o pocos visibles que compromentan la circulación venosa. Es normal que, en las semanas siguientes a la operación, persista un ligero edema que no altere la estética ni la funcionalidad facial y puede perdurar entre uno y tres meses, luego de la cirugía. El paciente debe saber que, entre las 48 ó 72 horas después de la operación aparece, un edema en el párpado inferior, generado por la comprensión producida en la región lateral de la cara, por el vendaje que protege el área operada e impide del drenaje venoso y linfático de la región central de la cara. Al eliminar el vendaje, se soluciona el problema.

Co

Es una complicación frecuente, con una incidencia que oscila alrededor del 5% de todos los liftings. La resección exagerada de la grasa debajo del metón, deja la piel en contacto directo con los músculos del cuello, a los que se adhiere retrayéndose y ocasionando una depresión antiestética. El desgrasado en cuestión puede hacerse de manera directa, a través de un incisión submentoniana y mediante visión directa de la grasa de la región. De forma indirecta se logra por aspiración de la grasa a través de cánulas de pequeño diámetro. El cirujano plástico deberá conseguir un desgrasado conservador.

Complicaciones mayores

Su incidencia es alrededor del 3% y es una de las más temidas complicaciones. La ocasiona la disminución de la circulación sanguínea de la piel y por condiciones o enfermedade del paciente: tabaquismo crónico, diabetes; opor factores inherentes a la técnica quirúrgica, como la excesiva tensión de la piel operada. Las zonas más afectadas son las que se encuentran detrás de las orejas. Las curaciones diarias más antibióticos producen una costra que cubre y seca la herida y la mantiene protegida hasta la curacvión definitiva. La curación es generalmente satisfactoria, sin secuelas estéticas ni funcionales, excepto en algunos casos, en los que pueden quedar pigmentaciones residuales o cicatrices superficiales, que pasan desapercibidas al quedar ocultas por la oreja y el pelo. El uso indebido y crónico de esteroides altera no solo la microcirculación de la piel, sino además, su capacidad de cicatrización, por tal motivo los pacientes que están dentro de esta condición, deben ser rechazados para cualquier operación.

Ocurren dentro de las primeras 24 horas de la operación y, desde las pocas horas del postoperatorio, el paciente manifiesta disconformidad, edema intenso que afecta no solo la mejilla y el cuello, sino los párpados y los labios, provocando severo dolor que no se calma con los analgésicos comúnes. Frente a este cuadro clínico, debe retirarse de inmediato el vendaje y hacer un examen minucioso y detallado de las regiones operadas realizándose la evacuación inmediata de la sangre para evitar un sufrimiento total o parcial de la piel operada. Bajo anestesia general, la reoperación explotaratoria debe comenzar por el retiro de algunas o trdas las suturas, para facilir la evacuación de la sangre y los cuágulos, disminuyendo la tensión de la piel. Se deben detectar el o los vasos sangrantes para coagularlos y detener así la hemorragia. En el postoperatorio, el cumplimiento estricto de las indicaciones, el reposo absoluto, la inmovilizaación de la cabeza y el cuello, la posición semisentada y la colocación de un vendaje adecuado, contribuirán a minimizar la formación de hematomas, pues disminuyen el sangrado postoperatorio.

La incisión de todos los liftings circunscriben el 75% de la oreja, pasando por la periferia de la misma. La tensión ejercida exageradamente sobre las heridas, distorsiona el borde auricular. Las deformaciones auriculares se deben, principalmente a la excesiva tracción ejercida por las suturas. La deformidad más común es la malposición del lóbulo y la adehrencia del mismo a la piel de la mejilla. El tratamiento de esta deformidad es dificultosa y consiste en liberar el lóbulo y la adherencia del mismo a la piel de la mejilla. El tratamiento de esta disficultad es dificultoso y consiste en liberar el lóbulo hasta que tome una posición libre y sin tracción, reubicando la piel de la cara.

La pérdida del pelo, como consecuencia de un lifting, es común. Las regiones más afectadas son el área de la patilla y zonas del cuero cabelludo, vecinas a las cicatrices, delante o detrás de las orejas. La causa primaria es la interferencia, con la circulación sanguínea de la raíz de los cabellos. La ausencia de cabello es temporal y la recuperación se evidencia luego de tres meses del postoperatorio; aunque, en casos más severos, puede ser definitiva. La falta de pelo de la patilla puede estar asociada al traumatismo de la cirugía y a la exagerada o errónea tracción de esa área. El uso de microimplantes de pelo es uno de los métodos preferidos para estos casos, ya que da un aspecto natural y permanente.

 

La incidencia de las lesiones del nervio facial, el principal nervio movilizador de los músculos de la cara, ocurre en menos del 2,6 % de los casos. El 85% de estas lesiones son transitorias y alcanzan la recuperación espontánea alrededor de los 6 meses del postoperatorio. Estas lesiones pueden ser generadas por estiramiento o compresión nerviosa, electrocoagulación por uso del bisturí eletrónico, ligadura o sutura del nervio, corte directo, total o parcial, traumatismo indirecto por distorción de la anatomía, fibrosis o cicatrización; también por inflamación e infección. Cuando se tienen dudas de la gravedad de la lesión, y se sospecha que puede llegar a ser definitiva, es necesario investigar el grado de lesión nerviosa, medianmte electromiografía. Las lesiones definitivas son de muy difícil solucion. Si la lesión es reconocida durante la cirugía, el cirujano puede intentar la repación del nervio.

La lesión de la glándula parótida es sumamente rara y cuando ocurre obedece a causas relacionadas, directamente con la técnica quirúrgica. El signo más evidente de la lesión glandular es la salida de saliva por la herida en el postoperatorio; y el tipo de tratamiento depende de un solo factor: que el conducto que originalmente excreta la saliva esté permeable y funcionando, en este caso, la curación será espontánea, aunque puede ayudarse con un vendaje compresivo y reduciendo la producción de saliva, usando medicamentos y eliminando las comidas ácidas y picantes.

Folleto rejuvenecimiento (Lifting)

El Dr. Palencia ha escrito este documento para sus pacientes a fin de que estén lo mejor informadas posible acerca del procedimiento que tienen indicado.

Para acceder y descargar el Folleto de Rejuvenecimiento escrito por el Dr. Palencia haz clic en el botón de descarga