Otoplastia (Orejas)
Las orejas prominentes en abano o de soplillo son causa de importantes complejos, especialmente en niños y jóvenes, aunque también en adultos. Suelen operarse a la edad de 8 ó 9 años cuando el resultado de las mismas se ha completado, si bien, no es infrecuente intervenir a otras edades. Su corrección es muy sencilla y consiste en obtener la curvatura que les falta a través de una incisión en la parte posterior.
Para el niño, éste tipo de defecto es frecuentemente causa de escarnio y burla por parte de los otros niños, y entre los adultos es frecuente encontrarnos con individuos que aún esconden, se avergüenzan, o sienten limitaciones por sus orejas.
Este tipo de deformidad consiste en una alteración, o de las proporciones anatómicas que conforman la oreja, o bien , del desarrollo armónico de las curvas que moldean el pabellón auricular.
Con carácter genético, es decir, existen posibilidades de transmisión de padres a hijos, las orejas salientes son de fácil solución a través de una cirugía rápida, segura e ingeniosa.
El diagnóstico es hecho rápidamente por el pediatra y padres, que observan que las orejas del niño se proyectan exageradamente hacia fuera de la cabeza. Este primer diagnóstico es temporal, pues existe posibilidad de que se recupere la forma adecuada en los primeros años de vida.
Lo ideal es realizar la cirugía cuando las orejas han alcanzado el desarrollo definitivo, entre los siete y nueve años, pero no siempre es conveniente esperar tanto. Las consecuencias y repercusiones pueden ser más desfavorables que el hecho de anticipar algo la cirugía, (a los 3 años de edad se ha producido un 85% del desarrollo de las orejas). Esta valoración ha de hacerse entre el niño, los padres y el cirujano.
Paso a paso
Las orejas grandes o prominentes son un problema estético muy extendido, que suelen padecer con mayor o menor resignación, niños, jóvenes y adultos. Lo mejor de este tipo de problema estético es que puede ser corregido en pabellón desde el momento en que el niño cumple entre los 7 y 8 años de edad, cuando alcanza el tamaño definitivo, los cartílagos están formados y han adquirido mayor consistencia. Esta operación puede practicarse con anestesia local, con o sin sedación, y el paciente no necesita pernoctar en el hospital; también es un procedimiento muy sencillo que dura entre una y dos horas, dependiendo de la anestesia que se utilice, y las técnicas que necesite el paciente. Las técnicas de moldeamiento del cartílago son utilizadas según la deformidad de las orejas, y éstas pueden incluir suturas internas, la escultura auricular de la porción tratada, el cambio en la orientación o la reposición de las partes del soporte estructural de la oreja. Con la otoplastia se puede lograr: reducir el tamaño aparente de las orejas, acercarlas hacia la cabeza si se hallan separadas, dar la forma adecuada a ciertas zonas donde esté alterada, y también comprende las intervenciones encaminadas a corregir el tamaño excesivo de las orejas, del lóbulo, e incluso la falta parcial o total del pabellón auricular. En este paso a paso conozcamos cómo se lleva adelante este tipo de intervención para resolver definitivamente el molesto problema de las orejas de aleta, asimétricas, o descendidas. Los resultados finales de la otoplastia dan una apariencia más elegante, bonita y natural a las orejas para siempre.
Limpieza
Se desinfectará toda la cabeza del paciente con un jabón antiséptico -incluyendo el cabello- y se retirará dicho jabón con solución salina o agua estéril, para luego aplicar solución yodada solo en la zona a operar y dejarla permanecer por tres a cinco minutos, de tal forma que penetre a la piel y ejerza su acción limpiadora. No es necesario afeitar el cabello circunvecino.
Demarcación
Según el grado de protrusión de la oreja se dibujará un área de piel por detrás de la misma y con forma de ojal. Este dibujo servirá de referencia al cirujano, pero no debe ser demasiado amplio, a fin de evitar problemas con la cicatriz.
Anestesia local
Se infiltrará en forma de abanico aproximadamente 15 cc de una solución anestésica que además contenga una pequeña cantidad de adrenalina, para disminuir el sangrado, en las regiones posteriores y anteriores de la oreja. Al mismo tiempo con esta infiltración se logrará separar la piel del cartílago, y facilitará su posterior resección.
Incisión
El cirujano traccionará la oreja hacia arriba con el pulgar y el índice de su mano izquierda, guiándose de manera rigurosa por la zona demarcada anteriormente, y realizará la incisión con bisturí, limitándose solo a la piel, sin abordar aun el cartílago.
Retiro de piel
Se extirpará la piel en forma de ojal que fue delimitada en el paso anterior. La extirpación se hará con bisturí en un inicio, pero luego puede continuarse con tijera. Se retirará tanto piel como el tejido graso subyacente. Continuamente hay que coagular el sangrado resultante que pueda provocar un hematoma y entorpecer la recuperación postoperatoria. Se realiza con un electrocauterio de baja potencia.
Retiro del cartílago de la concha
Previa demarcación en forma de ojal del cartílago de la concha y manteniendo cierta tracción sobre la oreja, el cirujano efectuará la incisión del cartílago teniendo sumo cuidado de no traspasar el cartílago y afectar la piel de la parte delantera de la oreja. La incisión sobre el cartilago se realizará con bisturí y su retiro de la oreja se hará con tijeras.
Remodelado del antehélix
El antehélix es la estructura en forma de pliegue con disposición en arco que cursa paralelamente al borde de la oreja, y que en algunos pacientes no existe o es poco pronunciado. El objetivo de remodelar el antehélix es hacerlo “evidente” y esto se logra realizando una incisión en el cartílago donde debiera estar el antehelix, debilitando dicho cartílago a través de incisiones superficiales y plegándolo sobre sí mismo con suturas.
Sutura de los cartílagos
Si el cartílago del antehélix es lo suficientemente delgado y se repliega sobre sí mismo sin tensión alguna no será necesario suturarlo; de lo contrario se recomienda suturarlo con un máximo de dos puntos de sutura. La incisión de la concha es necesario cerrarla para disminuir la apertura de la oreja. Mientras menos material de sutura se use menor es la posibilidad de infección en el sitio.
Cierre de piel
Luego de verificar por última vez la ausencia de sangrado se procede al cierre directo de los bordes de la piel, asegurándose que no quede ningún tipo de tensión entre los bordes de la piel. La sutura puede ser contínua o a puntos separados. No se dejan drenes.
Apósitos y vendajes
Este último paso juega un papel importante como complemento del procedimiento de remodelado de la oreja. Se comenzará por usar una gasa impregnada de ungüento antibiótico que se adhiera a la nueva forma de la oreja. El orificio por donde escuchamos (canal auditivo) se protegerá mediante un pequeño tapón de oído. Se repetirá esa cobertura por detrás de la oreja. Se aplicarán gasas estériles y se colocará un vendaje autoadhesivo que se retirará entre el cuarto y octavo día postoperatorio según lo indique su médico.

Folleto de otoplastia
El Dr. Palencia ha escrito este documento para sus pacientes a fin de que estén lo mejor informadas posible acerca del procedimiento que tienen indicado.
Para acceder y descargar el Folleto de Otoplastia escrito por el Dr. Palencia haz clic en el botón de descarga