Lipoescultura y obesidad
Hasta hace poco se consideraba que los procedimientos de contorno corporal realizados por los cirujanos plásticos podían verse como parte de la solución, y las intervenciones quirúrgicas como la abdominoplastia se realizaban luego de someter al paciente a un plan nutricional, tratamiento médico o quirúrgico (cirugía bariátrica) que lo ha hecho perder kilos, tallas y tienen como resultado flacidez de piel en algunas zonas susceptibles a “colgar”, tales como el abdomen o los brazos.
En general, se consideraba que la cirugía estética no constituía la solución del problema sino el arreglo meramente estético por haber bajado excesivamente de peso. Sin embargo, desde hace algunos años este paradigma está cambiando con un enfoque que algunos especialistas han llamado: Cirugía Estética y Funcional del Paciente Obeso.
Es un enfoque particular dirigido a los pacientes con sobrepeso, en quienes a través de una rigurosa preparación pre, trans y postoperatoria se le pueda realizar el retiro de piel y grasa redundante, sobretodo en la región abdominal, que conlleve, no sólo a la súbita eliminación de kilos, y al mejoramiento de su salud en general sino a un notable incremento de la autoestima que estimule al paciente a mantenerse y reforzar el tratamiento médico, psicológico y nutricional que es a fin de cuentas el que si va a resolver el problema de sobrepeso.
Aparentemente sencilla, la lipoescultura es una intervención difícil, que requiere unos conocimientos muy precisos de la morfología y anatomía corporal además de una cierta sensibilidad artística. El refinamiento técnico ha llevado en los últimos años a concebir la lipoaspiración como lipoescultura, lo cual define, de alguna manera, las características de la técnica. Es comparable a la del escultor, que va desbastando la madera con su gubia, de forma que modela tridimensionalmente unas superficies que, para aumentar la dificultad, no ve, ya que están cubiertas por la piel.
Aunque en un principio no se indicaba esta intervención en el caso de personas obesas, hoy día se utiliza con relativa frecuencia. Se ha comprobado que da buenos resultados en éste tipo de pacientes, no sólo por la retirada de grasa, sino por el estímulo que supone el ir mejorando y por el cambio metabólico que ocasiona la disminución de la cantidad de grasa en el organismo.
La lipoescultura no es la solución en caso de que exista flacidez o exceso de piel, en cuyo caso será necesario realizar otro tipo de intervención. Tampoco elimina la tendencia a engordar, por lo que es necesario mantener los cuidados en la alimentación.
La lipoaspiración puede ser realizada en prácticamente todas las partes del cuerpo, desde la cara hasta las piernas y brazos, ya como intervención aislada o como complemento de otras cirugías, principalmente del lifting cérvico-facial y de la abdominoplastia.